Seré yo... Señor?? “El Señor ha pronunciado mi nombre” (Isaías 49,1-6)“¿Seré yo, Señor?” (Juan 13,21-33) Ayer, con Marta, María y Lázaro, hoy con los discípulos y con un personaje común a los dos días: JUDAS. La sinceridad del Maestro permanece inalterable incluso hasta el final: “uno de vosotros me traicionará”. Nos cuesta compartir vida y pan con aquellos que sabemos que nos llevan en palmitas por delante pero nos clavan dardos y espinas por detrás. En Jesús, una vez más y para no variar, se rompen los esquemas para que se cumpla hasta la última coma de las escrituras: todo esto es necesario¡¡ Judas convirtió su trato con el Señor en una farsa. Vendió al mejor tesoro (que es un amigo) por un puñado de monedas de plata. Y, ¡quién sabe!, sino hubiera robado también el perfume que vertió María sobre los pies de Jesús. Los buenos amigos, dice el viejo proverbio, son como la sangre: acuden enseguida a la herida. Todos los que compartían intensamente y con tensión ese momento comenzaron ...