EL NOVIAZGO DE EXITO

Por: Ketzia Pelayo - México

Por años el tema del “noviazgo” ha sido de gran controversia entre los jóvenes, las preguntas tales como ¿Cuándo tener novio(a)? ¿Hasta donde llegar? ¿Qué opina Dios del noviazgo? ¿Para qué sirve el noviazgo? Estas y muchas otras preguntas espero poder contestarlas a lo largo de estos renglones.

El noviazgo no es algo estipulado en la Biblia, bueno hasta la fecha no he encontrado una pareja que haya vivido un noviazgo…pero no te asustes no lo estoy condenando.

Durante mi poca experiencia y mis largas lecturas del tema encontré algo esencial para un noviazgo de éxito, que es desarrollar una amistad antes que un noviazgo. Durante una amistad se desarrolla la confianza, el cariño, la lealtad, el agradecimiento, el servicio mutuo, la empatía… las cuales son esenciales. Vemos como existen amigas inseparables que viven momentos inolvidables y eso por el conjunto de lo mencionado, para ellas no es necesario los regalos, las caricias, los besos, si no que simplemente son amigas. Lo mismo debe surgir en una amistad de hombre y mujer, ir a compras, por un helado o alguna actividad sin toque físico simplemente para conocer gustos, disgustos, preferencias. Es indispensable vivir esto antes de tomar decisiones, de las cuales puedas arrepentirte.

Después de desarrollar una amistad la pregunta es ¿para que tener novio(a)?... si tu respuesta es para no sentirte sola, para tener alguien que me quiera, para tener con quien salir, a quien contarles mis problemas, con quien llorar, un apoyo. Si tu estas buscando un novio(a) para suplir alguna de estas necesidades lamento decirte que tus motivaciones son equivocadas y por lo tanto no estas preparada(o) para emprender una relación. Pero tengo la solución a ese problema: Deja que el Espíritu Santo sea quien supla todas esas necesidades llénate de Él y deja que Él te de ese amor que necesitas para que después tu y tu pareja puedan compartirlo y sea un noviazgo sano.

¿Cuándo tener novio?, yo creo que es una pregunta de las más importantes, ya que como humanos las emociones y las hormonas es algo natural que frecuentemente en la adolescencia despiertan con una fuerza impresionante, pero la realidad es que esta edad no es la indicada para comenzar un noviazgo… y ¿Sabes porque? Porque no tienes metas claras, no sabes lo que quieres ser, y la relación en vez de ayudarte sale perjudicándote. La mejor edad tu la decides siempre y cuando ya tengas metas, sueños, anhelos compartidos, un noviazgo no es para ver que pasa, o para tener un experiencia, un noviazgo es la pre-relación al matrimonio, debemos aclarar la mentira de “ten un novio al fin que si no funciona puedes tener otro y otro, solo es un novio” pero solo es una cultura mal fundamentada de la sociedad. Dios nos dice que un noviazgo, una relación con esa cercanía se debe desarrollar solo si se tiene en mente un matrimonio, ya vimos que antes del noviazgo es la amistad y este lapso del noviazgo no es para conocerse sino solo para reforzar lo conocido en la amistad.

¿Hasta dónde llegar? Algo demasiado claro es que la fornicación es pecado “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca (1 Corintios 6.18)”. Fornicar es tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. El contacto físico es una de las cuestiones mas comprometedoras, ya que después de un contacto demasiado cerca es casi imposible no caer en la relación sexual; es por eso que te recomiendo lo menos contacto que se pueda tener, debemos de aprender a respetarnos uno al otro, pero sobre todo a respetar a Dios y a lo que el estipuló. Él nos llama a vivir una vida en santidad, siempre que tengas que tomar una decisión pregúntate ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, nuestro propósito en la tierra es agradar al Padre ¿Crees que al Padre le agrada tu relación?

Romanos 13:13-1 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.