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Mensaje del Arzobispo Metropolitano, Mons. Oscar Julio Vian en relación al día Internacional de la Mujer

Queridos hermanos y hermanas:

Todos hemos nacido de una mujer, incluso nuestro Señor Jesucristo nació de una. María, que es también nuestra Madre, es modelo de hija, esposa y madre. Ella guardaba y meditaba la Palabra de su hijo en su corazón.

Es por eso, que estando próximos a celebrar el día internacional de la mujer, quiero dirigirme a todos ustedes para homenajear a todas las mujeres guatemaltecas. Es notable en nuestra sociedad que poco a poco la mujer va tomando el espacio que se merece; lo notamos por ejemplo, en que los puestos públicos, de servicio y toma de decisiones para nuestro país, lo ocupan mujeres. En las universidades, la población femenina ha aumentado en un alto porcentaje. En el mundo empresarial, laboral, etc. la mujer se va desarrollando.

Es necesario seguir trabajando para que las niñas y las señoritas conozcan desde la etapa escolar sus derechos para que los defiendan y los apliquen. Que la sociedad dé a la mujer el espacio que le corresponde, no solo por inclusión, sino porque se descubre en ella muchas capacidades intelectuales, laborales y de desarrollo. Que se le reconozca en igual dignidad con el varón.

También se hace necesario seguir apoyando a la mujer indígena, a las que están enfermas, privadas de libertad, en los asilos u orfanatos, para que a todas les sean cumplidos sus derechos y puedan gozar de una vida digna, según su género.

“Lamentamos que innumerables mujeres de toda condición no sean valoradas en su dignidad, queden con frecuencia solas y abandonadas, no se les reconozca suficientemente su abnegado sacrificio e incluso heroica generosidad en el cuidado y dedicación de los hijos.” (DA 453). Es por eso, que es necesario seguir gritando con voz potente que la mujer no es un objeto, nos es una cosa, no es únicamente para hacer la comida, el oficio y cuidar a los niños. La mujer no merece más discriminación y exclusión, sino que se le dé la oportunidad de superarse y así desarrollar la Guatemala inclusiva e incluyente que todos deseamos.

Finalmente auguro que nuestras autoridades elaborarán programas, leyes y políticas que permitan armonizar la vida laboral de la mujer con sus deberes de madre de familia.

+ Oscar Julio Vian Morales, sdb

Arzobispo Metropolitano de Santiago de Guatemala

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